El dúo humorístico de Cruz y Raya parodian en este caso la escena de la típica abuela de pueblo, que no se fía de nadie, y mucho menos de los bancos. Blasa, como se la conoce a esta «dulce abuelita», se acerca a un banco a ingresar todos sus ahorros. ¿Se atreverá a dárselos al director de la sucursal? ¿O por el contrario se los llevará de nuevo a casa? Descúbrelo.