Lo más importante no es averiguar qué banco nos ofrece el tipo de interés más bajo, sino decidir si el préstamo que vas a pedir es realmente imprescindible porque el mejor préstamo es el que no se pide. Analiza si la finalidad para la que pides el préstamo puede esperar; plantéate si puedes obtener otra fuente de financiación por medio de familiares o amigos que sea más flexible que un préstamo, y solo si no tienes otra alternativa decide solicitar un préstamo.