Ignacio Hernando de Larramendi y Montiano – Mapfre (II)

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Tras lo que se puede considerar la refundación de MAPFRE en la segunda mitad de los cincuenta, Larramendi se rodeó de un equipo directivo (José García, Benito Tamayo y Fernando Sadonil), que impulsó la reestructuración territorial y comercial y transformó a MAPFRE de una empresa de seguros agrícolas en una compañía general de seguros. Este periodo coincidió con la aprobación de la ley de bases de la Seguridad Social de 1963, que obligó, a partir de 1966, a separar de las mutuas el ramo de accidentes de trabajo. Este tipo de seguro quedó en manos de mutuas filiales de nueva creación, las cuales aparentemente eran independientes, aunque siguieron vinculadas por consejos de administración comunes. A partir de ese momento, las mutuas de accidente de trabajo pudieron seguir operando como entidades colaboradoras de la Seguridad Social. Esta parte de negocio escindido por la nueva ley fue compensado por la aprobación de la obligatoriedad del seguro de automóviles. En el caso de MAPFRE, la nueva mutualidad denominada finalmente Fremap, gestionó el ramo de accidentes original y MAPFRE continuó como mutua con el resto de ramos del seguro. Al frente de ambas, como presidente, estuvo Dionisio Martín Sanz.

Del mismo modo, en esta década Ignacio Hernando de Larramendi continuó los contactos en Europa y en Estados Unidos participando en encuentros internacionales de la época, el International Insurance Seminar, en la Asociación Internacional de Mutuas de Seguros (AISAM) y en la Asociación Internacional de Derecho de Seguros (AIDA) y en concreto en su rama española (SEIDA). En este contexto mantuvo su preocupación por la productividad en el seguro promoviendo la creación de ICEA, a semejanza de la Asociación francesa para la productividad en el seguro (CAPA). Fruto de ese interés en la mejora de la productividad que se estaba impulsando en la economía y la empresa española se llevaron a cabo las primeras fases de mecanización de la entidad. En este contexto MAPFRE introdujo la mecanización de las tareas administrativas a través de la sociedad SDOMSA (Servicio de Organización y Mecanización, S.A.), creada en 1961, en la que la mutua tuvo participación y que más tarde se convertiría en MASEINSA. En la década de los años 70 se profundizó en la red informática. Desde los 70 hasta 1984 se operaba con un ordenador IBM 370/138 y miniordenadores ICI, al que se incorporó un Falcon 380/24Mb de Fujitsu. En esta nueva etapa se inició una reorganización territorial vinculada a la introducción de miniordenadores Nixdorf 8860 que estuvieron conectados al ordenador central.

El equipo directivo liderado por Larramendi creó una nueva estructura empresarial en 1970 que se mantuvo hasta 1981. En octubre de 1969 se presentó el Proyecto de reforma estructural de MAPFRE que se ratificó en la Junta General de la Mutualidad el 1 de marzo de 1970. Con ello se creó el Grupo MAPFRE, integrado por la Mutualidad como sociedad matriz especializada en el ramo del seguro del automóvil y de dos sociedades anónimas filiales: MAPFRE Industrial, especializada en seguro generales y MAPFRE vida. Con esta reforma se pretendía que las sociedades tuvieran una autonomía funcional, pero que compartieran servicios comunes para un ahorro de costes. La Mutualidad era la propietaria de la mayoría del capital de las empresas del grupo. Con esta nueva ordenación del grupo, MAPFRE se convirtió en líder nacional en algunos ramos como el del automóvil. En el plano institucional, las diferencias entre Larramendi y el presidente Dionisio Martín terminaron con la sustitución de la presidencia por José Antonio Rebuelta en 1972.

En las décadas posteriores se hicieron reformas en la estructura empresarial. Cabe destacar la de 1983, en que el consejo de administración aprobó el denominado Sistema MAPFRE 85, que consolidaba la división de la empresa en tres grandes unidades de gestión autónoma (automóviles, riesgos diversos y reaseguro y vida). La mutualidad, que continuaba centrada en el ramo de automóviles, era a su vez la propietaria de la mayoría de acciones de la corporación MAPFRE (la reconversión de una antigua empresa del grupo, Central de Inversión y Crédito, S.A.). La corporación, al tiempo, era la titular de las demás empresas del grupo y de las nuevas sociedades que se crearan en el futuro. A través de la corporación MAPFRE mantendría un control presupuestario, de gestión y de resultados de todas las empresas del grupo. Además, por primera vez, esta sociedad anónima cotizaba en bolsa. Esta estructura se considera un salto histórico en la evolución de MAPFRE.

De igual forma, Larramendi tuvo un papel fundamental en los cimientos de la expansión exterior de esta compañía de seguros, especialmente concentrada en el mercado Latinoamericano. La actividad de esta empresa fuera de España se inició con un periodo de aprendizaje desde 1969. Los primeros pasos se basaron en contactos del consejo directivo con el mercado de seguros americano fruto de la asistencia a congresos y reuniones internacionales. Muchos de estos contactos se establecieron en torno a la labor realizada por la Editorial MAPFRE fundada en 1970. Los primeros negocios exteriores se centraron en el ramo del reaseguro a partir de 1975 y con la creación posterior en 1982 de la filial Mapfre RE. Desde esta fecha hasta el final de sus responsabilidades ejecutivas se instalaron oficinas en México (1984), Manila (1986), Milán y Caracas (1988) y Buenos Aires (1990). Esta apertura de oficinas fue acompañada de la adquisición y constitución de filiales en otros países. En 1988 se creó MAPLUX RE en Luxemburgo y en 1989 se adquirió CIAR en Bélgica y Caja Reaseguradora en Chile. El despliegue de Mapfre RE colocó a esta entidad en el segundo lugar en beneficios del grupo en 1993 con 2350 millones de pesetas y 86 millones en volumen de primas.

La segunda base de la expansión internacional se realizó en torno al seguro de viaje. Mapfre Asistencia se constituyó en España en octubre de 1989 orientada a la distribución de un monoproducto (asistencia en viaje) y sus servicios derivados. En los años siguientes se instala en otros países, en su mayor parte en el ámbito Iberoamericano: en 1990 Ibero Assitência (Portugal), en 1989 Veneasistencia (Venezuela), en 1990 Ibero Asistencia (Argentina), Sur Asistencia (Chile) y Iberoasistencia (España). Finalmente, el tercer pilar de su desarrollo exterior se basó en las operaciones de seguro directo sustentadas en la compra de empresas nacionales, principalmente en Latinoamérica en los años 80, reactivando desde 1985 Mapfre Internacional, que se encargó de la adquisición de las principales aseguradoras en este mercado a bajo coste.

Por otra parte, Larramendi impulsó en la empresa aseguradora la responsabilidad social, con el objeto de devolver a la sociedad lo que de ella había recibido. Este planteamiento se incluyó por primera vez en los Estatutos de MAPFRE Mutualidad que se aprobaron en la Junta General de 10 de junio de 1965. Cada año se debía destinar parte de los ingresos a promover dos fundaciones de interés público: una para la mejora de la agricultura española y el impulso de cooperativas agrícolas y la segunda para la defensa de los consumidores. Con este objetivo se creó la Fundación MAPFRE, aunque las finalidades han cambiado con el tiempo, centrándose en la seguridad en todas sus formas y en la prevención de accidentes. Este espíritu social se canalizó mediante la creación de numerosas fundaciones (Fundación Cultural MAPFRE Vida -1988-, Fundación MAPFRE Guanarteme -1984-, Fundación MAPFRE Medicina -1989-, Fundación MAPFRE América -1988-, Fundación MAPFRE Estudios -1989- y a título particular Fundación Hernando de Larramendi -1986-).

El 16 de junio de 1990 Ignacio Hernando de Larramendi cesó de forma voluntaria como alto consejero y consejero delegado de MAPFRE. Su carácter y capacidad de liderazgo contribuyeron a que a finales del siglo XX esta entidad se convirtiera en el más importante asegurador español y su principal multinacional en el sector alcanzando el primer puesto como empresa extranjera de seguro directo en Iberoamérica y entre las primeras en reaseguro y asistencia del continente. Su destacada actividad en este campo fue reconocida con numerosos premios, entre los que destacan la Medalla de Plata al Mérito en el Seguro (1949), La Medalla de Oro de la International Insurance Seminar Founder’s Award de Estados Unidos (1986), La Medalla de Oro del Seguro Español (1987), la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica (1996) y la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil (1998). De sus publicaciones cabe señalar su propia autobiografía titulada Así se hizo MAPFRE. Mi Tiempo (2000). Una obra repleta de interés para todos aquellos interesados en el negocio del seguro, de la empresa y del sistema financiero español.

Bibliografía:

– HERNANDO DE LARRAMENDI, Ignacio: Así se hizo Mapfre. Mi Tiempo, Madrid, Actas Editorial, 2000.

– PONS PONS, Jerònia (2014), “El negocio extranjero de las compañías de seguro españolas”, Revista de la Historia de la Economía y de la Empresa, 8, pp. 217-248.

– PONS PONS, Jerònia: “Ignacio Hernando de Larramendi y Montiano (1921-2001)”, en E. Torres, dir., Cien empresarios madrileños, Madrid, Lid Editorial Empresarial, 2017, pp. 621-627.

– TORTELLA, Gabriel; CARUANA, Leonardo y GARCÍA RUIZ, José Luis: De mutua a multinacional. Mapfre, 1933-2008, Madrid, Mapfre, S.A, 2009.

Jeronia Pons. Universidad de Sevilla.

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