IVA

Es el acrónimo del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que se aplica sobre la compra y venta de productos y servicios.

Dentro de los tributos, es un impuesto indirecto que se recauda a través de los empresarios aunque lo pagan los consumidores. Su principal objeto es el gravar el consumo. En especial grava las siguientes operaciones:
– Entregas de bienes y prestaciones de servicios ofrecidas por empresarios o profesionales.
– Adquisiciones intracomunitarias de bienes.
Importaciones de bienes.

El funcionamiento es el siguiente: en la cadena de comercialización, cada empresario paga el IVA a sus proveedores y lo repercute en el precio a sus clientes. Para los empresarios el IVA no es un gasto, sólo son quienes lo recaudan para dárselo a Hacienda.

En España, desde el 1 de septiembre de 2012, existen tres tipos de IVA, en función del bien o servicio del que se trate:

  1. General (21%): grava los bienes y servicios generales, supuestamente no necesarios.
  2. Reducido (10%): grava los bienes y servicios necesarios, algunos alimentos, productos sanitarios, transporte público…
  3. Súper-reducido (4%): grava los alimentos de primera necesidad.

Los servicios y productos enmarcados en cada tipo de IVA pueden cambiar.