Ahorrar para la jubilación es la nueva moda

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Ahorrar para la jubilación es la nueva moda

18/05/2014 | Sophia Grene – Financial Times Español

Hacia el final del siglo pasado una campaña publicitaria irlandesa de un proveedor de pensiones intentó hacer parecer como moda el que los menores de treinta años ahorraran para su jubilación. En el anuncio de radio, una sexy voz femenina, con el fondo de una fiesta, decía, “Ese es Vince, él es [pausa para suspirar]… pensionista”.

Dado que ahora todos somos pensionistas, en el sentido de que nosotros, universalmente, debemos tomar la responsabilidad de preparar nuestras pensiones, probablemente las generaciones posteriores a la mía no deberían desechar esos avisos, como yo lo hice.

Que todos necesitemos ahorrar para nuestra jubilación es como un mantra del siglo XXl continuamente repetido y rara vez cuestionado, pero mientras algunos países alrededor del mundo desarrollan sistemas de ahorro para la jubilación basados en ahorros individuales, cuestionarlos un poco no viene mal. Equivocarse en esta fase pone en riesgo a generaciones de jubilados quienes descubrirán que después de haber seguido al pie de la letra todas las indicaciones terminan en la pobreza al final de sus vidas.

Ignorar los métodos financieros menos convencionales de asegurar el bienestar en la vejez, tal como el confiar en la familia para cuidar a la abuela, o comprar una casa, seguros de saber que los precios de las casas solo pueden subir, deberíamos mirar de cerca las pensiones como medio de ahorro con ventajas fiscales.

En años recientes, el riesgo de la inversión se ha trasladado de los promotores de los planes a los individuos, gente que probablemente no esté cualificada para entender las decisiones de inversión que está realizando.

Este problema no ha pasado desapercibido y hay varias maneras de mitigarlo. En los EE. UU, las empresas están enfocándose en fondos con fechas fijas, los cuales ajustan la colocación de la inversión de acuerdo con la teoría de que cuando los inversores se aproximan a la edad de jubilación deberían cambiarse a fondos de menor volatilidad, lo que implica bajar el riesgo. Este concepto está siendo aplicado en otros países, bajo diferentes nombres, tales como fondos ciclo o fondos estilo de vida.

Sin embargo tiene el fallo de no dirigirse al tema principal al que se enfrenta el sector de las pensiones: sencillamente mucha gente no está ahorrando lo suficiente para mantener el estilo de vida que espera tener cuando se jubile. Aunque Australia y Chile han profundizado en esto al hacer obligatorio cierto nivel de ahorro, esta no es una opción popular en muchos países.

El método estándar para guiar a los ahorradores al decidir cuánto deben contribuir a su plan de pensiones no es de gran ayuda aquí. Tradicionalmente los consejeros (ya sea personalmente o en folletos tales como el árbol de decisión) se han enfocado en el apetito de riesgo, donde riesgo es definido como volatilidad, y las decisiones de inversión están basadas en una combinación de aversión al riesgo y los años para jubilarse.

Esto parece intuitivamente razonable hasta que se empieza a aplicar al mundo real. ¿Te preocupa realmente lo que le sucede a tu fondo de pensiones durante el tiempo que ahorras, tomando en cuenta si es lo suficientemente grande para asegurarte una jubilación segura? Si el resultado es tu prioridad, ¿poner a un ahorrador averso al riesgo en un fondo con poca volatilidad no significa un riesgo más grande de que no alcance su objetivo?

GMO, el administrador de pensiones estadounidense, publicó recientemente un artículo identificando este problema y sugiriendo un marco que se enfoca en minimizar el quedarse corto en el monto (donde el monto es la cantidad necesaria durante al momento de la jubilación para obtener el ingreso deseado durante el resto de vida).

Este cambio que abandona el maximizar el beneficio relacionado al riesgo es similar al tipo de inversión al que se están cambiando, enfocada al objetivo que la vieja escuela define como esquemas de pensión de beneficio, porque la regulación contable les requiere ser más claras acerca del riesgo de no ser capaces de cumplir sus objetivos.

Esto hace más obvio lo que el ahorrador averso al riesgo debería hacer: ahorrar más, como la empresa que se da cuenta de que necesita aportar más dinero a su fondo de pensiones.

El artículo también se enfoca en el proceso de decisión de inversión a través de las gafas de “los beneficios esperados” según varían a lo largo del tiempo. Es decir, valoración, que es el tambor que GMO ha venido batiendo desde que perdió clientes antes de la crisis Dotcom del 2000 al señalar que muchas Start-ups de internet estaban sobrevaloradas.

Mientras que los autores están de acuerdo en que las “rutas de deslizamiento” (el proceso predeterminado de cambiar de acciones a bonos al acercarse la jubilación) son razonables, mientras las cosas no cambien, el problema es que “rara vez las cosas no cambian”.

La solución de GMO es la colocación dinámica de valores, que se ajusta anualmente de acuerdo en cómo varían por arriba o por debajo del promedio histórico los valores de los mercados accionarios (y otros valores).

Mientras que esto puede ser bastante sencillo de implementar para GMO, ya que no e
s diferente a muchas de sus estrategias actuales,
otras administradoras de inversiones pueden padecer al tratar de cambiar suficientemente su forma de pensar.

Sin embargo, si la industria de administración de inversiones está por no defraudar a los muchos millones que confían en ella para ayudarles a jubilarse de manera confortable, o al menos con seguridad, esta tiene que considerar estos problemas y encontrar alguna solución. La sugerencia de GMO pudiera no ser la mejor respuesta pero al menos está ahí para ser discutida.

Saving for retirement is the new cool

05/18/2014 | Sophia Grene – Financial Times English

Towards the end of the last century, an Irish advertising campaign for a pensions provider attempted to make it cool for the under-thirties to save for retirement. On the radio ad, a lust-filled young woman’s voice, set against a background of party hubbub, would say, «That’s Vince, he’s a [breathy pause]… pensioner».

Given that we are all pensioners now, in the sense that we must pretty much universally take responsibility for making our own provision for retirement, my juniors should probably not dismiss such appeals out of hand, as I did.

That everyone needs to save for retirement is an oft-repeated and rarely questioned mantra of the 21st century, but as countries all over the world develop retirement savings systems based on individuals saving, a little bit of questioning would not go amiss. Getting it wrong at this stage risks generations of retirees discovering that despite doing everything by the book, they still end up in poverty at the end of their lives.

Ignoring the less financially conventional methods of securing wellbeing in old age, such as relying on a large family to look after granny, or buying a house, secure in the knowledge that house prices can only ever go up, we should look closely at the tax-advantaged savings vehicle that is the pension.

In recent years, investment risk has been shifted from plan sponsors to individuals, people unlikely to be qualified to understand the investment decisions they are making.

This problem has not gone unnoticed and there are a number of ways to mitigate it. In the US, employers are turning to target-date funds, which adjust the asset allocation in accordance with the theory that as investors approach retirement, they should shift into lower-volatility assets, implying lower risk. The concept is catching on in other countries, under different monikers, such as life cycle funds or life-styling.

However, this fails to address the main issue facing the pensions sector: many people are simply not saving enough to maintain the lifestyle they expect to have in retirement. Although Australia and Chile have gone down the route of making a certain level of savings mandatory, this is not a popular option in most countries.

The standard method of guiding savers in deciding how much to contribute to a pension plan is not particularly helpful here. Traditionally, advisers (whether in person or in some paper form such as decision trees) have focused on risk appetite, where risk is defined as volatility, and investment decisions are based on a combination of risk aversion and years from retirement.

This seems intuitively reasonable until you start to apply it to the real world. Do you really care what happens to your pension pot along the way, provided it is big enough to secure you a sufficient retirement income? If the outcome is your priority, would putting a risk-averse saver in a low-volatility fund not mean a higher risk that they will not meet their objective?

US investment manager GMO has recently brought out a paper* identifying this problem and suggesting a framework that focuses on minimising the expected wealth shortfall (where wealth is the amount needed at retirement for the desired post-retirement income).

This change from maximising risk-related return is similar to the kind of liability-driven investing that old-school defined benefit pension schemes are increasingly turning to as accounting regulations require them to be clearer about the risk of not being able to meet their liabilities.

This makes it more obvious what the risk-averse saver should do: save more, like the company that realises it needs to put more money into its pension fund.

The paper goes on to view the investment decision process through the lens of «expected returns» as they vary over time. That is to say, valuation, which is the drum GMO has been banging ever since it lost clients ahead of the dotcom crash in 2000 for pointing out that many internet start-ups were overvalued.

Although the authors agree most target-date «glide paths» (the predetermined process of rotating from stocks to bonds as retirement approaches) are reasonable, all things being equal, the problem is that «all things are rarely equal».

GMO’s solution is dynamic asset allocation, which is reset each year according to how far above or below historic average valuations the stock market (and other assets) trade at.

Although this might be simple enough for GMO to implement, as it is not dissimilar to many of its existing strategies, other investment managers might struggle to change their mindsets sufficiently.

However, if the investment management industry is not to fail the many millions who are relying on it to help them retire in comfort, or at least security, it has to consider these problems and come up with some sort of solution. GMO’s suggestion may not be the best response but at least it is out there for discussion.

Copyright &copy «The Financial Times Limited«.
«FT» and «Financial Times» are trade marks of «The Financial Times Limited».
Translation for Finanzas para Mortales with the authorization of «Financial Times».
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