El tamaño de los bancos y el riesgo de los depositantes

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Elena Cubillas (CUNEF – Colegio Universitario de Estudios Financieros)

En los años previos a la crisis, tanto el sistema bancario europeo como el estadounidense experimentaron un proceso de consolidación que se materializó en el aumento del tamaño medio y la complejidad de las entidades. En Estados Unidos el 85% de los activos del sistema bancario pertenecía en el año 2000 a bancos de más de un billón de dólares y entre 1995 y 2007 se realizaron 12.000 fusiones de bancos que multiplicaron por cuatro el tamaño medio de las entidades (FDIC1, 2007). La reestructuración llevada a cabo en los sistemas bancarios como respuesta a la reciente crisis financiera mediante procesos de fusión, adquisición e integración, ha provocado que un mayor número de entidades pasen a ser consideradas sistémicamente importantes y sean susceptibles de ser rescatadas por los gobiernos en caso de quiebra.

el tamaño de los bancos

Fuente: elaboración propia a partir de datos de BankScope2.

El gráfico refleja la evolución del número de bancos comerciales que podrían considerarse TBTF de acuerdo con dos medidas de tamaño sistémico y una medida de tamaño absoluto. Las dos primeras indican el número de casos en los que la proporción de los activos del banco respecto del PIB del país supera el 25% y el 50% respectivamente. La tercera medida indica los casos en los que el total de activos del banco supera la cifra de 20 billones de dólares. Como se puede ver, el número de bancos grandes se incrementa a lo largo del periodo.

Este incremento del tamaño medio de los bancos entraña un riesgo sistémico al ser más probable que la quiebra de una determinada entidad comprometa la estabilidad de todo el sistema como consecuencia de los vínculos existentes entre bancos. Sin embargo, no está claro cómo este incremento de tamaño afecta al riesgo de los depositantes, ya que pueden darse dos efectos diferentes. Uno de ellos es el tradicional efecto Too Big To Fail (TBTF) y que consiste en que las autoridades garantizan la supervivencia de los bancos grandes en situación de insolvencia para impedir que su quiebra desencadene un colapso del conjunto del sistema financiero. Bajo este escenario de elevada probabilidad de rescate bancario, aquellos inversores que tienen su dinero depositado en entidades grandes no asumirían riesgos de pérdida y los depósitos en entidades de mayor tamaño o Too Big To Fail tendrían menor riesgo que los depósitos en entidades de menor tamaño. En contraste, se puede dar un efecto Too Big To Save (TBTS), donde el elevado tamaño alcanzado por los bancos dificulta que las autoridades puedan hacer frente a los costes que implicaría su rescate. Este problema se ha puesto de manifiesto con la actual crisis financiera y económica iniciada en el 2008. El severo deterioro ocasionado en las cuentas públicas ha comprometido la capacidad de las autoridades nacionales para garantizar la supervivencia de bancos sistémicamente muy importantes. Ejemplos de ello son Islandia en el 2008, Irlanda en el 2010, Chipre en el 2013 y los nuevos mecanismos desarrollados en el ámbito de la unión bancaria para garantizar una cantidad determinada de los depósitos bancarios. Bajo este escenario, los depositantes sí corren el riesgo de perder su dinero aun teniéndolo depositado en bancos de gran tamaño.

Los estudios que han analizado esta cuestión sugieren que ambos efectos son relevantes para explicar el nivel de riesgo al que están sujetos los depositantes de los grandes bancos. Sin embargo, la importancia relativa de cada uno de ellos puede diferir entre países. En aquellos países que disfrutan de una situación más saludable de sus finanzas públicas parece predominar el efecto Too Big To Fail, al ser más probable que el gobierno pueda afrontar los rescates de grandes bancos en dificultades. Sin embargo, en países donde los elevados niveles de déficit público no permiten garantizar la supervivencia de estos bancos, el efecto Too Big To Save tendrá lugar con mayor intensidad.
El mayor o menor riesgo al que están expuestos los depositantes, así como las potenciales pérdidas que deberán asumir en caso de insolvencia del banco, afectan a su disposición a supervisar a las entidades y por ende, a la eficacia de la denominada disciplina de mercado que en los últimos años ha adquirido tanta importancia como instrumento para controlar la asunción de riesgos bancarios. Si los depositantes esperan que sus depósitos estén garantizados se despreocuparán de la calidad del banco y no se podrá confiar en la supervisión de estos acreedores para disciplinar la actuación bancaria. Por el contrario, si los depositantes no consideran totalmente seguros sus depósitos sí valorarán el riesgo de las entidades e incrementarán los incentivos de las mismas a realizar inversiones menos arriesgadas. Por tanto, conocer cuál de los dos efectos, Too Big To Fail o Too Big To Save, puede predominar en un país dependiendo del estado de sus cuentas públicas, resulta clave en términos de estabilidad financiera.
1 Federal Deposit Insurance Corporation

2 BankScope, de Bureau van Dijk, es la más amplia base de datos sobre información bancaria. Contiene información detallada de 32.000 bancos de todo el mundo.

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