FMI: 70 años al timón de la economía mundial

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En el edificio número 19 de la calle 700 aún se puede respirar la esencia de los países aliados en la Segunda Guerra Mundial cuando se reunieron en Bretton Woods allá por el 1944 con el único objetivo de establecer el orden en las relaciones monetarias internacionales.
Una quimera en pleno escenario bélico donde la gran depresión de 1929 y el conflicto a nivel mundial habían debilitado la actividad económica de los principales países industriales hasta niveles sin precedentes.
En ese contexto, nace el Fondo Monetario Internacional (FMI), una institución global de carácter multilateral que, 70 años después del inicio de su actividad, trabaja por conseguir los mismos objetivos que en 1945.
Fomentar la cooperación monetaria internacional a través de un organismo de consulta y colaboración, promover la estabilidad cambiaria o facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional son algunos de los retos permanentes que fijaron el economista del Tesoro de Estados Unidos, Harry Dexter White y el economista británico John Maynard Keynes en el Hotel Mount Washington.
PAÍSES MIEMBROS
Pese a que en sus inicios solamente formaran parte del FMI 44 Estados, en un mundo cada vez más integrado e interdependiente, en el que la globalización ha provocado que la cooperación internacional sea más intensa, la participación en este organismo se ha incrementado hasta alcanzar los 188 países.
España entró a formar parte de esta institución en septiembre de 1958 y tan solo un año después este organismo le brindó un plan de estabilización diseñado por él mismo a través del que se enterraba la autarquía y encauzaba a España hacia la senda del crecimiento.
FINANCIACIÓN
Como institución económica, cumple un papel fundamental en un mundo global e interconectado, donde los vínculos son más estrechos tanto entre las economías internacionales como en los mercados.
La mayoría de los recursos proceden de los países miembros, principalmente del pago de cuotas; dinero que usa para financiar los préstamos que concede.
Dichas contribuciones, que se revisan cada cinco años como mínimo, se fijan en función del tamaño que tiene la economía de un país en relación a la economía mundial. Para ello, el organismo realiza un promedio ponderado del PIB, el grado de apertura así como la variabilidad económica que sufre el país.
Una vez computada la cuantía, el pago debe hacerse en un 75% en moneda nacional y el 25% restante se realiza en divisas. El objetivo es «determinar la posición relativa del país», subraya el organismo. Es decir, este pago de cuotas supone la principal vía de financiación con las que esta institución puede actuar como mecanismo de «ayuda» a la economía mundial.
Además el organismo presidido actualmente por Cristine Lagarde cuenta con métodos de captación de crédito, un mecanismo para aquellos países que necesiten respaldo financiero, así como financiación adicional para aquellos casos en los que el país atraviesa una grave situación económica.
SU PAPEL EN EL MUNDO
Según su convenio constitutivo, los fines del FMI incluyen el fomento de la expansión y el crecimiento del comercio mundial, así como la estabilidad de los tipos de cambio y la corrección ordenada de los problemas de balanza de pagos de un país.
De esta forma, su papel en el marco económico va más allá del asesoramiento político y del seguimiento de la evolución y las medidas de política económica.
Además, este organismo también concede préstamos a aquellos países que se enfrentan a los problemas de la balanza de pagos, con el objetivo de contribuir a una mejora de la situación económica de los países miembros.
DIRECCIÓN
A lo largo de su existencia, el director gerente del FMI ha sido europeo, salvo casos puntuales en los que dos estadounidenses han ostentado el cargo como interinos.
Ordenado por orden cronológico, el puesto de dirección ha estado ocupado por Camille Gutt, Ivar Rooth, Per Jac Pierre-Paul Schweitzer, Johannes Witteveen, Jacques de Larosière, Michel Camdessus, Horst Köhler, Anne Osborn Krueger, Rodrigo Rato, Dominique Strauss-Kahn,John Lipsky y Christine Lagarde que ocupa el puesto en la actualidad.
A excepción de John Lipsky, estos tres últimos han sido acusados de varios delitos. En concreto, Dominique Strauss-Kahn fue acusado de proxenetismo en 2011, culpa de la que fue absuelto en junio de 2015 por un tribunal de Lille.
Rodrigo Rato, el único nombre español que aparece en esta lista y que renunció a su mandato antes de tiempo, está acusado de varios delitos, entre ellos, blanqueo de capitales y el pasado 22 de diciembre le fue retirado el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Rey Juan Carlos.
La directora actual, Chistine Lagarde, será juzgada por el papel desempeñado cuando era ministra de economía de Francia en la resolución mediante un arbitraje del denominado «caso Tapie».
El FMI ha evitado pronunciarse sobre la situación, aunque ha expresado su confianza en la capacidad de la directora de la institución para desempeñar sus funciones.
MAYORES RESCATES FMI
A lo largo de su existencia, este organismo ha aportado ayuda financiera a todos sus estados miembros cuando han pasado por situaciones de insolvencia o han tenido que ser rescatados.
De todos ellos, Grecia es el país donde el FMI ha realizado la mayor intervención de su historia. Un total de 110.000 millones de euros que fueron destinados a sanear las cuentas públicas del país heleno.
Con una aportación de 78.000 millones de euros, Portugal se posiciona en segundo lugar. La crisis financiera de 2011 obligó a esta institución a tener que ayudar a este país.
La mala situación de Asia durante 1997, conocida como «la primera gran crisis de a globalización» o el periodo recesivo de Brasil en 1998 constituyen otros de las dos principales intervenciones que ha llevado esta institución durante su organismo.
CRISIS FINANCIERA DE 2008
Desde la quiebra de Lehman Brothers que sacudió a la economía mundial, el FMI se la movilizado por varios frentes con el objetivo de «brindar respaldo» a todos sus países miembros así como aportar una solución económica a nivel global.
Para ello desde 2008 ha puesto en marcha varios mecanismos de emergencia con el objetivo de mitigar lo máximo posible los efectos de la hecatombe financiera, según afirman en un informe.
Aumentó el marco crediticio para adaptarlo mejor a las necesidades de los países, ha simplificado las condiciones para otorgar préstamos y ha reforzado su apoyo a los países de bajos ingresos a través de los mecanismos como el servicios de crédito ampliado o de crédito Stand-By.
REFORMA DEL FMI
Lagarde celebró el paso 18 de diciembre la aprobación en el Congreso estadounidense de la reforma de la institución, que incrementa sus recursos económicos y modifica el reparto de cuotas de los países miembro.
«La aprobación de reformas es un paso crucial adelante que fortalecerá al FMI en su papel de respaldar la estabilidad financiera global», afirmó Lagarde.
En este sentido, Lagarde afirmó que esta reforma incrementa los recursos del FMI, permitiendo a la institución «responder a la crisis de forma más efectiva», además de mejorar la gobernabilidad del FMI «reflejando mejor el creciente papel de los países emergentes y en desarrollo en la economía global».
En concreto, bajo esta reforma -la mayor del FMI desde su fundación tras la segunda Guerra Mundial–, la institución incrementará sus recursos desde los 329.000 millones de dólares (303.000 millones de euros) actuales a 659.000 millones de dólares (607.000 millones de euros).
Además, las economías emergentes de Brasil, China, India y Rusia pasarán a formar parte de los diez mayores miembros del FMI, junto a Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.
NUEVOS DESAFÍOS
El 70 aniversario del inicio de la actividad del FMI coincide con un año en el que las perspectivas macroeconómicas parecen dilucidar en el horizonte el fin de una recesión que dura más de siete años.
Si el año pasado el organismo dirigido por Lagarde presenció nuevos retos como el ébola, un descenso del precio del petróleo así como la asistencia a países para poder hacer frente a sus circunstancias económicas y financieras; este 2015 ha estado marcado por la abismal caída del precio del crudo hasta niveles de hace once años, el cambio climático, el Grexit y el auge del terrorismo.
Todo un reto para este organismo que no «cesa de planificar para el futuro cimentando los logros de los objetivos de desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas», con la única meta de poner en práctica políticas que vayan orientadas a reducir la pobreza así como a fortalecer el crecimiento inclusivo de aquí a 2030.
En definitiva, se trata de un organismo que pese a que ha adaptado su actuación al marco económico de la sociedad del siglo XXI, no se desprende de la esencia para que fue creada hace más de siete décadas: evitar la repetición de las desastrosas medidas de política económica.
 
Fuente: Europa Press (28 de diciembre de 2015)

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