La Corporación Automatizada

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La Corporación Automatizada

25/03/2014 | Vivek Haldar

Se puede pensar que las corporaciones son procesadores de información que se retroalimentan continuamente. Diseñan productos, los ponen en el mercado, aprenden de cómo se desempeñan estos productos, y se ajustan. Realizan esto mientras tratan de maximizar alguna de las funciones de valor, que usualmente es el beneficio.

Entonces ¿Por qué no podrían ser completamente automatizadas? Lo digo literalmente. ¿Podríamos tener software que realizara todas esas funciones?

El software podría proponer nuevos productos dentro de ciertos parámetros. También podría supervisar el desempeño de esos productos en el mercado, y aprender a través de la retroalimentación y hacer los ajustes necesarios, mientras maximiza su función de valor. Si el producto es una APP, la mayor parte de estos pasos ya están alcanzando su automatización casi por completo. Para los productos físicos, lo que falta es una IPA (interfaz de programación de aplicaciones) que permita a un programa que ordene productos físicos, y los llevar a donde se necesiten en el mundo real.

Ya existe una versión de lo que describo. Las empresas de trading de alta frecuencia son puro software, y la mayor parte ya están más allá del control o la comprensión humana. Esto se demostró en 2010 con el Flash Crash. Las empresas cuyo negocio se centra en la logística, como FedEx o Walmart, pueden ya ser vistas como entidades de software complejo en las cuales los seres humanos, como abejas, llevan a cabo las instrucciones de las máquinas.

Esto sucede de manera natural porque con el paso del tiempo cada vez más la lógica del negocio de una empresa se codifica en un software. Los humanos todavía tienen algo de control (o piensan que lo tienen) pero la mayor parte de lo que realizan es suministrar parámetros a los ordenadores. Una corporación moderna es tan compleja que no cabe en el cerebro de una sola persona (o un número pequeño de personas). El software complementa esa carencia.

El paso intermedio hacia una corporación completamente automatizada es uno donde las tareas que requieren seres humanos son desempeñadas no por empleados sino que son separadas en micro- tareas y realizadas por crowdsourcing (utilizando, por ejemplo, servicios como el del “Turco Mecánico” de Amazon).

Las corporaciones no crecen, y ocasionalmente mueren. Esto se debe a que crecen de manera sub-lineal. Disminuye su productividad con un exponente de 4/5 sobre su número de empleados agregados.

Yo propongo la hipótesis de que los costes generales de gestión que hacen que las corporaciones crezcan sub-linealmente se deben a la limitada capacidad de procesamiento de información de un individuo. La gente al más alto nivel no tiene información de lo que ocurre a nivel producto-cliente: cómo se desempeñan los productos de manera individual, cuáles son las quejas de los clientes, etc. Y los trabajadores peones no tienen la información disponible al más alto nivel: ¿Cómo se transforma mi labor en el valor que la corporación global busca maximizar? De hecho, el flujo de valor e información es tan complejo que los empleados casi se han dado por vencidos al tratar de determinar esa relación, y sólo saben de ella en un nivel macro de pérdidas y ganancias.

Un algoritmo no tendría estos problemas al actuar tanto a nivel global como con información muy detallada a nivel local. De hecho, sospecho que mientras más información tenga disponible, mejores decisiones tomará, haciendo que las corporaciones automatizadas crezcan súper-linealmente.

Una objeción a ser una corporación completamente automatizada puede ser que excluiría productos visionarios y sorprendentes, porque se asemejaría una superación lineal ascendente que sea susceptible de atascarse en el “máximo local”. Pero un producto visionario y sorprendente es (inicialmente) indistinguible de tomar al azar entre una serie de productos exhibidos, y empezar a ascender desde ahí. No hay razón para que la corporación automatizada no pueda destinar una parte de sus recursos a explorar nuevos desarrollos fuera de su área de influencia.

El consejero delegado de una corporación automatizada será un ingeniero de desarrollo de operaciones: arreglando problemas del software, escribiendo “procesos” (por ejemplo, nuevas formas de comportamiento para la corporación), vigilando las pantallas que muestran el desempeño (¡imaginemos todas esas hermosas gráficas!), y proporcionando algunos vestigios de toque humano para calibrar los parámetros utilizados por el software. Eventualmente podrán soltar el timón, después de haber configurado todo para que el piloto automático tome el control, y programar las alertas para que le sean enviadas al móvil cuando algo realmente vaya mal.

Las corporaciones automatizadas empezarán dentro de ámbitos pequeños, donde el área de diseño de productos y las funciones de valor sean relativamente sencillas. Pero gradualmente ampliarán su área de mercado. Este es un patrón familiar en la dispersión de la mayoría de las nuevas tecnologías. Al final de esta década ya habrá algunas de estas pequeñas corporaciones automatizadas.

Fuente: The «blog of Vivek Haldar». Este trabajo está bajo la licencia Creative Commons Attribution 3.0 United States License. La traducción ha sido realizada por el equipo de Finanzas para Mortales.

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