Los negocios extranjeros entran en Cuba por delante de EEUU

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Los negocios extranjeros entran en Cuba por delante de EEUU

03/11/2015 | Sam Fleming y Demetri Sevastopulo (Financial Times) – Financial Times Español

Promotores chinos y británicos están construyendo lujosos campos de golf. México y otros países están invirtiendo en una zona de desarrollo. Y Vietnam ha firmado un acuerdo para construir un hotel, siguiendo el ejemplo de hoteleros canadienses y españoles.

¡Bienvenidos a Cuba! inversores europeos, asiáticos y latinoamericanos están mirando a la isla caribeña y tratando de conseguir acuerdos antes que sus rivales estadounidenses, mientras los lazos entre La Habana y Washington se deshielan después de décadas de hostilidad.

Cuando John Kerry, Secretario de Estado de EEUU, abrió una embajada estadounidense en La Habana en julio, fue un hito en el camino para atraer inversiones estadounidenses al país comunista. Ejecutivos estadounidenses han estado llegando a La Habana desde el pasado diciembre cuando el Presidente Barack Obama dio señales del histórico acercamiento.

Desde el gobernador de Arkansas Asa Hutchinson y el gobernador de Nueva York Andrew Cuomo hasta Penny Prizker, secretaria de comercio estadounidense, los funcionarios visitan Cuba para impulsar el comercio en industrias como la agricultura, la educación y las telecomunicaciones.

Pero mientras muchos negocios están intrigados por la perspectiva de aprovecharse de un mercado virgen cercano, las empresas estadounidenses se enfrentan a obstáculos que no impiden a sus rivales internacionales.

Tom Daschle, ex líder mayoritario del Senado de EEUU y codirector de The Cuba Consortium, un grupo que ayuda a los negocios a navegar en esta apertura, dice: “Hay gran interés en hacer negocio con Cuba, pero hay impedimentos significantes, en particular la ley Helms-Burton.”

Carlos Gutiérrez, antiguo jefe ejecutivo de Kellogg y secretario de comercio con George W. Bush, quien este año les pidió a sus colegas republicanos que apoyaran la apertura, está de acuerdo en que Helms-Burton, el embargo impuesto por el Congreso de EEUU, es un impedimento importante. “El presidente ha hecho prácticamente todo lo que puede por orden ejecutiva”, dice.

Pocos expertos esperan que el Congreso levante el embargo pronto, especialmente conforme EEUU entra en una temporada de elecciones presidenciales con varios candidatos republicanos, incluyendo a Jeb Bush y Marco Rubio, que expresan su oposición a promover negocios que pudieran ayudar al régimen de Castro.

Así que, por ahora, los negocios estadounidenses están dirigiéndose a sectores que no están cubiertos por el embargo. Los estados agrícolas han estado presionando fuertemente para aflojar las barreras dado que EEUU ya tiene considerables exportaciones agrícolas a Cuba. “Podemos transportar ahí fácilmente”, dice Doug Keesling, quien cultiva trigo y otras materia
s primas
en su granja de 3.000 acres en Kansas.

Pero una barrera clave de la que se queja la industria agrícola es una prohibición en la provisión de crédito y financiación para las exportaciones estadounidenses. EEUU vendió 286 millones de dólares a Cuba el año pasado. Estimados de la Universidad de Texas A&M sugieren que las exportaciones agrícolas estadounidenses al país podrían llegar a los 1,2 mil millones de dólares al año si las regulaciones se relajaran y las barreras se levantaran.

El interés no se limita de ninguna manera al grupo de presión agrícola. Deere & Co, el fabricante de equipo agrícola, ha dicho que ve a Cuba como un mercado potencial, mientras que Airbnb abrió operaciones en abril. Lagunas existentes en la ley les han permitido oportunidades tanto a las empresas médicas como a las de telecomunicaciones.

En septiembre, el Sr. Obama relajó aún más las restricciones para permitir que los estadounidenses abrieran cuentas bancarias y que las empresas de algunos sectores, incluyendo las telecomunicaciones, abrieran oficinas y establecieran negocios en Cuba por primera vez. “Simplemente muestra cuánto se tiene que lograr cuando esto se ve como progreso”, dice el Sr. Gutiérrez.

Una empresa estadounidense de telecomunicaciones con tales ambiciones es IDT Corp. Llegó a un acuerdo en febrero con el operador nacional de Cuba para intercambiar tráfico de voz de larga distancia directamente. “Éste es nuestro punto óptimo, ya que nos enfocamos en satisfacer las necesidades de las comunidades de inmigrantes”, dice Bill Ulrey, un portavoz.

Entre las multinacionales estadounidenses observando los desarrollos está Coca-Cola. Convirtió a Cuba en una de las primeras naciones fuera de EEUU en tener una planta embotelladora pero se marchó en 1960 cuando el gobierno de Castro se apoderó de sus bienes. A principios de este año, un alto ejecutivo dijo que el deshielo quería decir que en un futuro “esperemos no muy lejano”, la compañía podría restablecer su presencia.

Pero es fácil exagerar la escala de las oportunidades. En 2014, la economía cubana era sólo de 77 mil millones de dólares, más pequeña que las economías combinadas de dos estados pequeños de EEUU, New Hampshire y Vermont.

Rachel DeLevie-Orie, especialista en EEUU-Cuba en el Consejo Atlántico, dice que el turismo sería un campo particularmente lucrativo ya que los operadores les venderían a los norteamericanos acomodados que visiten a Cuba. En otros sectores, sin embargo, uno tendría “dificultades en encontrar ese tipo de riqueza”.

Pero añade que a pesar de los obstáculos, a los opositores del deshielo, como el Sr. Rubio, les sería “increíblemente difícil si no enteramente imposible” dar marcha atrás a las iniciativas, con encuestas que sugieren que la mayoría de los estadounidenses apoyan un fin al embargo comercial con Cuba. “No es algo que la mayoría de los estadounidenses apoyan y no es algo que la mayoría de los cubano-americanos apoyan”, dice ella.

 

US investors trail rivals as Cuba opens up to trade and commerce

11/03/2015 | Sam Fleming y Demetri Sevastopulo (Financial Times) – Financial Times English

Chinese and British developers are building luxury golf resorts. Mexico and other countries are investing in a development zone. And Vietnam has inked a deal to build a hotel, following the path of Canadian and Spanish hoteliers.

Welcome to Cuba. European, Asian and Latin American investors are eyeing the Caribbean island and trying to get deals ahead of their US rivals, as ties between Havana and Washington thaw following decades of hostility.

When John Kerry, US secretary of state, opened a US embassy in Havana in July, it was a milestone on a path to bringing US investment into the Communist country. US executives have been pouring into Havana since last December when President Barack Obama signalled the historic rapprochement.

From Arkansas governor Asa Hutchinson and New York governor Andrew Cuomo to Penny Pritzker, US commerce secretary, officials are visiting Cuba to boost trade in industries such as agriculture, education and telecoms.

But while many businesses are intrigued by the prospect of tapping a virgin market on their doorstep, US companies face obstacles that do not impede many of their international rivals.

Tom Daschle, the former US Senate majority leader and co-chair of The Cuba Consortium, a group helping businesses navigate the opening, says: “There is a great deal of interest in doing business in Cuba, but there are significant impediments.

Carlos Gutierrez, chair of the consultancy Albright Stonebridge Group who wants his fellow Republicans to back the rapprochement, agrees that Helms-Burton, the US Congress-imposed trade embargo, is a big impediment. “The president has done pretty much what he can by executive order,” he says.

Few experts expect Congress to lift the embargo soon, especially as the US enters a presidential election season with several Republican candidates, including Jeb Bush and Marco Rubio, voicing opposition to promoting business that could help the Castro regime.

So, for now, US businesses are targeting areas that are not covered by the embargo. Farming states have been pushing hard for an easing of barriers given that the US already has substantial agricultural exports to Cuba. “We can ship there easily,” says Doug Keesling, who grows wheat and other commodities on his 3,000 acre Kansas farm.

But one key barrier the agriculture industry complains of is a prohibition on the provision of credit and financing for US exports. The US sold $286m of food
products to Cuba last year.
Estimates from Texas A&M University suggest that US agricultural exports to the country could reach $1.2bn a year if regulations were eased and barriers were lifted.

Interest is by no means confined to the farming lobby. Deere & Co, the agricultural equipment manufacturer, has said that it views Cuba as a potential market, while Airbnb opened up operations in April. Existing loopholes have afforded both medical and telecommunications companies opportunities.

In September, Mr Obama further eased restrictions to allow Americans to open bank accounts and companies in some industries, including telecoms, to open offices and establish businesses in Cuba for the first time. “It just shows how much work that has to be done when that is seen as progress,” says Mr Gutierrez.

One US telecoms company with such ambitions in Cuba is IDT Corp. It struck a deal in February with Cuba’s national operator to exchange long-distance voice traffic directly. “It is in our sweet spot, in that we are focused on serving the needs of immigrant communities,” says Bill Ulrey, a spokesman.

Among the US multinationals watching developments is Coca-Cola. It made Cuba one of the first nations outside the US to have a bottling plant but left in 1960 after the Castro government started seizing assets. Earlier this year, a senior executive was quoted as saying that the thaw meant that in the “hopefully not too distant” future, the company would be able to re-establish its presence.

But it is easy to exaggerate the scale of the opportunities. In 2014, the Cuban economy was only $77bn, smaller than the combined economies of New Hampshire and Vermont.

Rachel DeLevie-Orey, a US-Cuba specialist at the Atlantic Council, says tourism would be a particularly lucrative area given that operators would be selling to well-off Americans visiting Cuba. Other industries, however, would be “really hard-pressed to find that kind of wealth”.

But she adds that despite the challenges, opponents of the thaw, such as Mr Rubio, would find it “incredibly difficult if not entirely impossible” to roll back the initiatives, with polling suggesting a majority of Americans support an end to the trade embargo with Cuba. “It is not something most Americans favour and it is not something most Cuban Americans favour,” she says.

Copyright &copy «The Financial Times Limited«.
«FT» and «Financial Times» are trade marks of «The Financial Times Limited».
Translation for Finanzas para Mortales with the authorization of «Financial Times».
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