Mercados laborales del G20: perspectivas, retos clave y respuestas políticas

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Mercados laborales del G20: perspectivas, retos clave y respuestas políticas

17/09/2014 | Organización Internacional del Trabajo (OIT)

Conclusiones
Siete años después del inicio de la crisis financiera y económica global la recuperación económica puede estar tomando fuerza pero permanece débil y frágil. Los retos del empleo en todos los países del G20 continúan siendo considerables tanto en términos de la persistencia de grandes brechas laborales y la baja calidad de muchos de los empleos disponibles. La actual tendencia de crecimiento, si no cambia, no creará suficiente empleo de calidad – creando el riesgo de que la brecha laboral continúe siendo sustancial, que aumenten el subempleo y el empleo informal, y un crecimiento débil en los salarios y los ingresos continuarán presionando a la baja el consumo, los niveles de vida y la demanda agregada global. Subrayando estos retos está el hecho de que la desigualdad económica continúa ampliándose en los países del G20.

El compromiso del G20 para impulsar el PIB en más del 2% para 2018 por y sobre las proyecciones básicas es ciertamente un paso bienvenido, aunque será importante asegurar que este crecimiento adicional sea rico en empleo e inclusivo.

Las políticas dirigidas tanto a la demanda como a la oferta del mercado laboral son esenciales para revertir el ciclo que auto-refuerza el crecimiento lento, la baja creación de empleo y la baja inversión. En este contexto, los países del G20 han sido pioneros en numerosas e innovadoras políticas, como se plasma en sus Planes Nacionales de Empleo. Es importante que estos planes sean completamente incorporados de manera amplia en las estrategias de crecimiento del G20 como contribuciones importantes para un crecimiento robusto y reequilibrado. Apoyando el consumo, mejores salarios e ingresos y la protección social pueden de hecho proveer los incentivos para la inversión en la capacidad productiva y acelerar el gasto de capital y así ampliar la creación de empleo. Políticas de esta naturaleza también contribuyen a la resiliencia de los hogares y protegen contra los shocks que continuarán ocurriendo a lo largo de esta coyuntura mientras gradualmente sea retirado el estímulo monetario. De hecho, estas fuentes de demanda serán todavía más importantes cuando las políticas de normalización retiren el estímulo monetario a niveles globales. También ayudarán a contrarrestar los riesgos deflacionarios presentes o su creciente amenaza en algunas economías desarrolladas.

De manera importante estas políticas tienen efectos secundarios positivos para otros países al incrementar la demanda agregada global, limitando el impacto de los shocks de la demanda negativa y desalentando la aplicación de políticas que se aprovechen de los fallos del vecino con los consecuentes efectos negativos. Las organizaciones internacionales han recogido y extraído la evidencia sobre la efectividad de estas políticas al crear patrones de crecimiento económico y de empleo que se refuerzan mutuamente y que están disponibles a través de documentos del G20 y otras publicaciones.

En conclusión, la presente situación reclama fuertes y bien diseñadas políticas de empleo, laborales y de protección social, dirigidas tanto a los retos estructurales como cíclicos, aplicadas conjuntamente con políticas macroeconómicas mixtas que las apoyen. La efectividad de tales políticas se incrementaría de gran manera si las acciones son tomadas colectivamente al nivel del G20 de una manera coordinada.

Puedes ver el informe al completo en el siguiente enlace.

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