Ampliar capital es aumentar el valor de una empresa a través de la emisión de acciones nuevas o del incremento del coste de las ya existentes. Estas operaciones son el reflejo de la capacidad financiera de una empresa, de su solvencia y de la estructura de poder político de la misma.
Aunque generalmente en la prensa se habla de estas operaciones cuando se hace referencia a empresas cotizadas, la realidad es que la ampliación de capital es una práctica también habitual entre las pequeñas y medianas empresas. En este caso los socios aportan dinero propio para aumentar el capital social de la entidad y así dotarla de liquidez o liberarla de deuda.
Hay tres supuestos para que una compañía recurra a una ampliación de capital:
1. LA AMPLIACIÓN DE CAPITAL VOLUNTARIA
Se puede recurrir al dinero de los socios o accionistas para aumentar los recursos o reducir el endeudamiento de la empresa.
2. LA AMPLIACIÓN DE CAPITAL OBLIGADA
Se produce en las ocasiones en las que, para evitar la quiebra o reducir el endeudamiento, los accionistas o socios se ven obligados a reponer capital mediante recursos propios.
3. AMPLIACIÓN DE CAPITAL PARA FINANCIAR OPERACIONES
El tercer tipo de ampliación de capital responde a la necesidad de la empresa de recabar liquidez para poder financiar una inversión o adquisición.
Fuente: Europa Press (17 julio 2017)