Si bien existe cierta reticencia a exponer a los niños a conceptos financieros a una edad demasiado temprana, existen argumentos de peso a favor introducir la educación financiera mientras los jóvenes están en proceso de establecer sus comportamientos financieros personales.
La investigación ha demostrado que existe una relación directa entre la edad del alumno y los cambios de comportamiento. A la luz de esto, es más probable que se retenga la educación financiera que se introduce en una etapa temprana de la vida, lo que aumenta el conocimiento y la educación financiera de las personas.
Exponer y conectar a los niños con los proveedores de servicios financieros a una edad temprana les permite reconocer el papel que estas instituciones desempeñan.
Los padres son muy importantes en esta temprana edad porque los niños copian los modelos que ven en casa.